El Castañar y Llano Alto
El Castañar es un paraje natural al que se puede llegar andando desde Béjar y uno de los lugares más conocidos de la zona al que acuden los bejaranos y candelarienses a pasear, hacer un picnic dominical, tomar algo en alguna de sus terrazas o a asistir a algún evento religioso en el Santuario de Nuestra Señora del Castañar.
Es un frondoso monte de castaños situado a una altura de 1080 m en el que encontramos varios lugares de gran belleza para el visitante, como son el Regajo, el Sagrado corazón, y la fuente del Lobo.
En el corazón de este bellísimo paraje, encontramos la que sin duda podemos definir como la mayor devoción bejarana, el Santuario de Nuestra Señora del Castañar. La Virgen del Castañar es la patrona de Béjar y su comarca.
Dicen que allá por el 1440, unos pastores del vecino pueblo de La Garganta, hallaron su imagen enterrada a los pies de un frondoso castaño en el monte del Castañar en un momento en que una gran epidemia de peste asolaba la ciudad. Cuentan que la enfermedad cesó en el momento en que los bejaranos acudieron en masa para postrarse ante la Virgen. Iniciaron la construcción de una modesta ermita en el mismo lugar del hallazgo que con los siglos fue sufriendo modificaciones hasta ser lo que es hoy.
A partir de 1946 son custodios de la Virgen los padres Teatinos, como, con anterioridad lo fueron los franciscanos. A la derecha del convento, levantaron un edificio para destinarlo a seminario de la orden. Cada 8 de septiembre se celebra la tradicional fiesta de la Virgen del Castañar, desplazando a la virgen desde el Santuario hasta el mirador de la virgen situado en la subida a este monte, desde donde la virgen bendice las tierras de Béjar.
Al lado del Santuario encontraréis la plaza de toros «La Ancianita», la más antigua de España y de planta hexagonal. En 1667 la Cofradía de la Virgen del Castañar pidió permiso a la duquesa de Béjar para lidiar unos toros y así sufragar los gastos de las obras que se iban a realizar en el Santuario, ella lo denegó y los bejaranos improvisaron una plaza cerrada con maderas, ésta fue la primera lidia de toros en la zona. No fue hasta 1711, cuando con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, que luego reinó con el nombre de Luis I de España, se celebró por segunda vez la fiesta taurina, en esta ocasión en una plaza construida con maderas enrejadas. Con el tiempo se sustituyó por el coso taurino de obra de fábrica permanente que se ha conservado hasta nuestros días.
A 1 km de aquí encontraréis un llano denominado Llano Alto. Una explanada sobre el monte del Castañar de la que salen muchas rutas de senderismo, donde está el Albergue de la Junta de Castilla y León, un chiringuito (abre sólo en verano) y algunas casas.
Aquí estamos nosotros, «La Higuera de Llano Alto». Un lugar privilegiado con unas vistas increíbles desde el que podrás oír las campanas del Santuario replicando mientras te tomas un café en la terraza mirando al valle o eliges la ruta que vas a hacer esa mañana.